El
almacén de s
Este
verano lo he pasado muy bien. Empecemos desde el principio. Lo primero
que hice fue ir a Madrid a pasar un mes con mi padre. Mi madre me dejó
en la estación a lado de mi padre, estaba muy contento de estar con él
porque nos vemos muy poco al año. Cuando montamos en el tren jugamos a
unos juegos de mesa y el tiempo se nos pasó volando.
En Madrid iba a la piscina y nos dábamos unos buenos chapuzones. Cuando hacía bueno me pasaba todo el día en la piscina
Un
día también fuimos al Museo de Cera, en el que lo pasamos muy bien. A
mi lo que más me gustó fue el tren del terror, porque en una sala había
personajes de Stars Wars hechos de cera, para algo se llamaba el Museo
de Cera.
Otro
día fuí al parque de atracciones y me monté en todo tipo de cosas, pero
la atracción que más me gustó era en una que te montabas en una lancha
,ibas subiendo por un sitio y cuando bajabas ibas a toda velocidad y una
ola te mojaba entero. El tiempo corría muy deprisa.
Después
de ir a Madrid fui al campamento de balonmano una semana. En el
campamento hicimos todo tipo de cosas como por ejemplo, que todos los
días hacíamos juegos nocturnos, y de esos juegos el que más me gustó fué
Ängeles y Demonios. Era un juego en el que dos monitores se disfrazaban
de un ángel y de un demonio, y todos los equipos llevaban linternas, y
el objetivo del juego era ganar todos los puntos. Si encontrabas al
ángel tenias que hacer una prueba para ganar puntos, y si te encontraba
el demonio tenias que salir corriendo porque si pillaba a alguien del
equipo tenias que hacer una prueba y si conseguías pasarla no le dabas
el punto. Luego si te encontraba algún equipo tenias que apuntarle con
la linterna y decir stop, y si por ejemplo lo decía primero el otro
equipo el que estaba más cerca de nosotros tenía que dar diez pasos
hacia el otro equipo y si con esos pasos llegaba al otro equipo nos
quedábamos con el punto pero si no el otro equipo nos robaba un punto.
A
mi me encantó la acampada porque después fuimos a un pantano. En el
había una lancha que llevaba una colchoneta que se llamaba donut e iba
agarrado de una cuerda a la lancha que iba a toda velocidad, iba a tanta
que hasta el agua cortaba.
Cuando
se acabó el campamento estuve una semana con mis primas yendo a la
playa, y luego ya se fueron, y ya se acabaron las vacaciones.
emillas de Svalbard es un banco de semillas situado en la
isla Noruega de Spitsbergen, en el remoto archipiélago ártico. El lugar
fue creado para preservar una amplia variedad de semillas de plantas de
lugares de todo el mundo en una caverna subterránea.
La bóveda de semillas tiene muestras duplicadas, o libres de copias, de las semillas de todo el mundo.
La
bóveda de semillas proporciona un seguro contra la pérdida de semillas
en bancos de genes, así como un refugio para las semillas en caso de una
gran crisis a escala regional o global.
La construcción de la bóveda de semillas costó aproximadamente 45 millones de coronas noruegas, (9 millones de dólares).
La
colocación de la primera piedra fue el 19 de junio de 2006. El banco de
semillas está construido a 120 metros dentro de una montaña de piedra
arenisca en la isla Spitsbergen.
El banco emplea un número de sistemas de seguridad, aunque no hay personal permanente en el lugar.
Las semillas son envasadas en paquetes de cuatro capas especiales de termosellado para excluirla de la humedad.
Algunas semillas, incluidos los cereales podrían sobrevivir mucho más tiempo, posiblemente miles de años.
Las semillas llegaron por primera vez en enero de 2008.
La
misión del Svalbard Global Seed Vault es proporcionar una copia de
seguridad contra la pérdida accidental de la diversidad en los bancos
tradicionales.
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